Hiperhidrosis

La excesiva sudoración o hiperhidrosis es un problema muy común que afecta a millones de personas en todo el mundo, fundamentalmente jóvenes de ambos sexos y de todas las razas, y aunque no se trata de un problema grave, sus síntomas pueden interferir en muchísimas actividades cotidianas.

La regulación de la temperatura corporal es una función fundamental del organismo y esto se consigue, entre otros factores, mediante el sudor. Su misión es disminuir la temperatura del cuerpo durante el ejercicio físico o cuando aumenta la temperatura ambiente. El exceso de sudor se suele desencadenar por el ejercicio, el estrés, la ansiedad, las emociones fuertes, el calor, la ingesta de alcohol o café, fumar, consumo de alimentos picantes, etc.

La hiperhidrosis puede ser localizada o generalizada y se origina por una actividad excesiva de las glándulas ecrinas; un tipo de glándulas sudoríparas, que se encuentran en casi toda la superficie corporal, pero se concentran fundamentalmente en las axilas, las palmas de las manos y las plantas de los pies. Las personas con hiperhidrosis producen cantidades mayores de las habituales de sudor.

No se conoce la causa que determina por qué afecta a unas personas y a otras no, pero se han descrito series con hasta el 50% de antecedentes familiares.

Cuando hablamos de hiperhidrosis axilar, la producción exagerada de sudor evidencia el estado permanentemente húmedo de las axilas, pudiendo crear cierta dificultad en las actividades cotidianas y diarias en al ámbito laboral o social, afectando a la autoestima del paciente y contribuyendo a cierto aislamiento.

¿Cómo puede tratarse?

Toxina botulínica (botox): Es el tratamiento actual más efectivo a nivel axilar. La toxina botulínica, ejerce su efecto mediante el bloqueo selectivo neuronal que impide la función de las glándulas sudoríparas a nivel de la zona de inyección, evitando que produzcan sudor.

El tratamiento de botox para el exceso de sudor se realiza en consulta. Se inyecta una pequeña cantidad de toxina botulínica mediante unas agujas muy finas en toda el área. Unas 12 a 20 infiltraciones en total. El tratamiento dura entre 15 y 20 minutos y no se necesita anestesia.

En la primera semana de tratamiento ya es evidente la mejoría, desapareciendo la sudoración. La acción de la toxina botulínica sobre el organismo es temporal, cesando su efecto a partir de los 6-8 meses, tiempo en el cual deberá repetirse el tratamiento.

ŸCirugía:Simpatectomía torácica, que consiste en destruir el ganglio simpático que es el encargado de estimular la sudoración de axilasy manos. Según qué series, su eficacia oscila entre el 68% y el 100%. En más de un 80% de los casos se produce una hiperhidrosis compensatoria, a nivel de tronco y miembros inferiores.

Antitranspirantes: Productos tópicos formulados a base de cloruro de aluminio. Se aplican por la noche con la piel de la axila limpia y seca comenzando con una aplicación diaria. Poco a poco se va espaciando la aplicación hasta que su uso sea de una a dos veces por semana. Su inconveniente es que puede irritar  la piel.

Iontoforesis: Introducción de iones en la piel a través de una leve corriente eléctrica. Es útil solo en manos y pies ya que estos deben permanecer en remojo unos 30 minutos.

Terapia sistémica :Se reserva para hiperhidrosis generalizada con fármacos anticolinérgicos.